No os preocupéis, no París, no es Orlando, es Siria en ruinas mientras todos somos aquellas ciudades, ¿Por qué? ¿Por qué un niño de Siria llora desconsoladamente y nadie le atiende y mientras tanto en las calles de París la gente busca a quien ayudar? ¿Es una sociedad? ¿Es un capitalismo? ¿La
riqueza? En la propia pregunta tenemos la respuesta, sí, atendemos a las personas de ciudades con riqueza porque es lo que nos favorece, nos favorece que siga habiendo países con miles y millones de euros mientras otros no tienen ni para sujetar sus casas, nos favorece que los países europeos no se hundan pero nadie se acuerda de que en otros continentes hay gente muriendo diariamente, gente que necesita ayuda, gente que nos necesita y gente que cruza fronteras por salvar su propia vida, que lucha por la libertad que todos deberíamos tener.
No propongo salvar el mundo, propongo que todos lo hagamos, que nuestros políticos luchen por una paz universal, que luchen para que en Siria no salgas a la calle con tus hijos y tengas miedo de no volver, y como allí, en Siria, en cientos de países donde cada día acaban con más de cien personas.
De verdad os sentís libres? ¿De verdad os sentís bien viendo a personas desangrándose? ¿De verdad no se os remueve el corazón cuando veis ese río de sangre en una calle?
Yo me siento ruin, me siento engañada.
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